LA TRASTIENDA /
Javier Milei anunció que vetará la ley que modifica el cálculo de la movilidad jubilatoria, que aprobó el Congreso por abrumadora mayoría. Lejos de generar resignación entre los bloques de la oposición, se perfila para los próximos días una ofensiva para torcerle el brazo al presidente. En esa línea, toma forma entre no pocos diputados y senadores la fortaleza de poder juntar los votos necesarios para que, apenas formalizado el veto presidencial, llevar nuevamente al recinto la norma que beneficia a los jubilados y quede firme, descalzando la disposición de la Casa Rosada. Después del sorpresivo golpe opositor al universo libertario, el Poder Legislativo tiene la llave para volver a poner en consideración el nuevo cálculo que beneficia a más de cinco millones de pasivos, y si logra los dos tercios de los votos, revertir automáticamente el freno presidencial. Sin dudas la inesperada situación política plantea un sinnúmero de interrogantes en adelante, por la jugada en ciernes de la oposición y los nuevos acuerdos de diversos sectores, pero más aún, si se efectiviza el revés legislativo contra el gobierno. Cabe refrescar que la polémica ley aprobada en la Cámara alta aumenta las jubilaciones en un 8,1%, y dispone que en marzo de cada año se habilite otra suba por el 50% del índice de variación salarial. Milei, vociferó que la medida es un “disparate” y que costaría 370 mil millones de dólares, aspecto que ningún economista ortodoxo ni liberal se animó a ratificar. Por si acaso, Economía anunció una suba del 4,03% de los haberes jubilatorios para septiembre, con lo cual, la mínima alcanzará a $ 234.540, más el bono, que aún se ubica en los $ 70.000.
¿Quién arruina la vida de las generaciones futuras?
“Degenerados fiscales”, vociferó el presidente. Y más: “votaron un disparate, propio de brutos. La medida cuesta 370 mil millones de dólares y arruina la vida a nuestras generaciones futuras”.
Por si fuera poco, se victimizó con que “quieren romperme el programa económico. Es el 1,2% del PIB. pretenden rompernos la política fiscal, porque si sale bien, se les acabó el curro”. “Voy a vetar semejante disparate”, anticipó, para despejar dudas.
Así reaccionó el libertario a la última decisión del Senado de la Nación, que terminó convirtiendo en ley por abrumadora mayoría un nuevo esquema de movilidad previsional que beneficia a millones de jubilados y jubiladas que sólo han visto caer sus ingresos en un 30% en estos primeros ocho meses del gobierno de La Libertad Avanza.
Cabe refrescar que la ley aprobada en la Cámara alta aumenta las jubilaciones en un 8,1%, contemplando una fórmula de movilidad por inflación, y disponiendo también, que en marzo de cada año se habilite otra suba por el 50%, según el índice de variación salarial.
A la búsqueda de los dos tercios en el Congreso
Como se dijo, Milei anunció que vetará la ley que modifica el cálculo de la movilidad jubilatoria. Pero lejos de generar resignación entre los bloques de la oposición, se perfila para los próximos días una ofensiva para torcerle el brazo al presidente. En esa línea, toma forma entre no pocos diputados y senadores la fortaleza de poder juntar los votos necesarios para que, apenas formalizado el veto presidencial, llevar nuevamente al recinto la norma que beneficia a los jubilados y quede firme, descalzando la disposición de la Casa Rosada.
Después del sorpresivo golpe opositor al universo libertario, el Poder Legislativo tiene la llave para volver a poner en consideración el nuevo cálculo que beneficia a más de cinco millones de pasivos, y si logra los dos tercios de los votos, revertir automáticamente el veto presidencial.
El texto normativo no se podrá modificar sino aprobar o rechazar. Esta situación, casi no registra antecedentes, puede en esta oportunidad convertirse en contrastante realidad.
Lo que dice el poroteo: en Diputados, el proyecto de reforma previsional se aprobó con 160 votos contra 72 por el rechazo, y 8 abstenciones. En ese momento estuvieron presentes 240 legisladores. En el caso del Senado, la norma se sancionó con 60 positivos contra 8 negativos, con lo cual en los dos casos se alcanzaron los dos tercios.
Sin dudas la inesperada situación política plantea un sinnúmero de interrogantes en adelante, por la jugada en ciernes de la oposición y los nuevos acuerdos de diversos sectores, pero más aún, si se efectiviza el revés legislativo contra el gobierno.
El recalculo: más incremento y un retroactivo
El proyecto convertido en ley contiene ítems relevantes, a saber: determina abonar un aumento pendiente por la inflación de enero por el empalme entre una fórmula y la otra; y otorga una posibilidad de aumento adicional anual si el salario se recuperara frente a la inflación.
Por otra parte, fija un nuevo haber mínimo para los jubilados contributivos y ordena a la ANSES a cancelar en seis meses las deudas previsionales con las cajas provinciales no transferidas -por caso, la Caja de Jubilaciones de Córdoba- y a abonar los cientos de juicios previsionales con sentencia firme.
En la suma de opiniones que surgieron al calor de la aprobación parlamentaria y el posterior anuncio de veto por parte del presidente, sorprendió la consideración del economista cordobés, Osvaldo Giordano, ex ministro de Finanzas de la Provincia, titular de ANSES en las primeras semanas de la gestión libertaria y hoy presidente del instituto Ieral de la Fundación Mediterránea. Aseveró que la ley de nuevo cálculo ofrece una doble ventaja y que hasta podría -bien implementada- a contribuir con “darle sostenibilidad al equilibrio fiscal”.
Advirtió Giordano que “hay una situación de vulnerabilidad porque la movilidad está fijada por DNU cuando hay una frondosa jurisprudencia que determina que es el Congreso el que tiene esa función”.
En suma, si la ley se hiciera efectiva, en septiembre, los haberes de los pasivos deberían ajustarse 7,2% más el retroactivo de tres meses. Así, la mínima, que en septiembre se ubicará en $ 234.540 tendría sumar $251.427, casi 17 mil pesos extras, pero más el retroactivo.
El incremento oficial
El Gobierno dispuso este viernes último un aumento en las jubilaciones del 4,03% en septiembre por lo que el haber mínimo a partir del próximo mes será de $ 234.540,23.
La suba se definió a partir de la fórmula de movilidad, que comenzó a regir desde julio y ajusta por inflación, pero tomando de referencia el dato publicado por el INDEC de dos meses atrás. En este caso, los haberes se actualizan con la inflación de julio, que fue de 4%.
La medida fue publicada en el Boletín Oficial de este viernes, en la Resolución 588/24, donde la ANSES fijó que el haber mínimo garantizado vigente a partir de septiembre será del monto señalado. En tanto, el haber máximo para el mismo mes será de $1.517.094.
Jubilados en crisis humanitaria
En la actualidad, un adulto mayor jubilado en Argentina, “con 290 lucas que cobran cinco millones de pasivos, y un millón de personas más con discapacidad que cobran 230 mil pesos de no contributivas, no pueden subsistir. Tenemos una crisis humanitaria. La actual administración, sobre esa crisis humanitaria, sigue ajustando, ahorrando como lo llaman, sobre ese sector», advirtió el defensor de la Tercera Edad en la Ciudad de Buenos Aires, Eugenio Semino.
Comparó la obra pública con los fondos del sistema previsional. Evaluó que la obra pública aporta a ese superávit financiero un 15%, la seguridad social entre un 30% y un 35%. Así, “se está pagando con la vida de los jubilados», disparó.
Respecto a lo que pasa con la sanción en el Congreso, aseveró: “O se hacen cargo de eso, o se hacen cargo de los muertos. Porque está ocurriendo una pandemia cuyos óbitos no se ven en televisión”. “El sistema político estuvo siete meses para discutir esta ley, y es un disparate vetarla”, concluyó.