Por Florencia Guttlein. Comunicadora Social.

Conscientes o no, somos ciudadanos digitales y dentro del mundo de las plataformas y las redes sociales nos compete un rol fundamental, el de protagonistas y productores de información que deviene, indefectiblemente, en deberes y derechos. Conocerlos y hacerlos cumplir es parte de nuestro trabajo. 

En ese sentido, Argentina tiene una serie de normativas vigentes relacionadas con ciberdelitos, protección de datos y derechos digitales de los ciudadanos. Son muchos y lo pueden encontrar en www.argentina.gob.ar/justicia/convosenlaweb/derechos-y-ciudadania-digital La importancia radica en el conocimiento de estos derehos y deberes y de la posibilidad de detectar aquellas agresiones que exceden los lìmites establecidos. La violencia verbal o física encuentra su correlación en una agresión a través de un video, un tuit o un texto en cualquier plataforma. y de igual manera deben de activarse los mecanismos judiciales, las consecuencias son igualmente reales.

Regular las acciones de los usuarios como así también de las empresas digitales son los desafíos de ésta era digital. En ese sentido, me parece relevante el planteo de la periodista Mariana Moyano, quien en su artículo Oscurantismo y Alfabetización digital destacó: “Empresas como TECH de Silicon Valley valen uno, dos o tres PIBs de países emergentes, y dominan la comunicación y circulación de la información de más de 5000 millones de usuarios en el mundo. ¿No merece eso atención?. 

No solo se trata de legislar las acciones individuales de cada persona en las plataformas digitales, sino también regular a las empresas que poseen nuestra información y que conocen perfectamente nuestra vida. La protección de nuestros datos es un derecho y debe haber un Estado que lo avale.