Por Sandra Choroszczucha – Politóloga y Profesora de la UBA
En un intercambio interminable de posteos pimpinilezcos, Cristina y Milei se recriminan sobre los dichos, hechos y metáforas incomprendidas. Así, los mensajes van y vienen entre el mandatario de la Argentina y quien pretende continuar siendo la líder de la oposición.
Anticipándose al fuego cruzado entre el presidente Milei y la ex presidenta y ex vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, Milei en una entrevista televisiva, una vez más, dejó florecer su violencia incontrolable, esta vuelta apelando a una metáfora muy poco feliz y así manifestó “me encantaría meterle el último clavo en el cajón al kirchnerismo, con Cristina adentro”.
Cristina que ya encendió motores para salir a la cancha y pretende ser la presidenta del peronismo, se encuentra nuevamente protagonizando la escena político partidaria y mediática, y en este marco respondió con celeridad a Milei por X “¿Así que ahora también me querés matar?’” y continuó con un mensaje quilométrico donde le puso los puntos al presidente con cuestionamientos y recomendaciones. Como era de esperar, el presidente que vive posteando mensajes a toda hora, también respondió con otro mensaje quilométrico donde también le pone los puntos con cuestionamientos y recomendaciones. Y Cristina le vuelve a responder.
En un apartado de tantos, Cristina escribió a Milei textual “Yo no quiero que le vaya mal a mi país. El 27 de abril te dije, desde Quilmes, que el área de energía estaba mal. Pataleaste pero al final tuviste que echar al responsable del área y te la terminó manoteando Macri. En fin…”
Cristina escribe a Milei como si fueran amigos de toda la vida, y lo aconseja y le dice que se cuide de Macri.
¿Esto no es un revival de la campaña 2023? En aquel entonces, Milei y Massa versión kirchnerista se maltrataban sin pausa, mientras ignoraban absolutamente a Patricia Bullrich. La polarización Milei/Massa resultó en lo que buscaban ambos, Bullrich quedó fuera del juego en el balotaje y Juntos por el Cambio de acabó También Juntos por el Cambio se acabó porque Mauricio Macri fogoneó a más no poder un enfrentamiento imparable entre ambos pre candidatos, Bullrich y Rodríguez Larreta, lo cual llevó a un desgaste de la coalición que de juntos le quedaba solo el nombre, mientras le daba guiños a Milei una y otra vez.
Pero volvamos a Cristina y Milei en primera plana y al efecto polarizador que tanto conviene a los que polarizan. Antes de las últimas elecciones, polarizar prometía ayudar enormemente a Massa porque Milei era un novato que no contaba con la estructura partidaria de la candidata de Juntos por el Cambio. Y polarizar prometía ayudar enormemente a Milei, porque Massa era el ministro de economía de una economía reventada, mientras Bullrich tenía el respaldo de una coalición que comenzó la campaña ganando en prácticamente todas las encuestas.
Devino un balotaje y uno solo tenía que ganar, y ganó Milei, ya no con 30% de los votos, sino que reunió 26 puntos más, presumiblemente de los huérfanos votantes cambiemistas.
Repasando: los votantes de Bullrich que en esos momentos eran macristas (porque pocos meses atrás Patricia y Mauricio se re querían), eligieron volver a cambiar volviendo, y así se votó por un proyecto de país que intenta explícitamente emular el último tramo del siglo XIX y la década de 1990, mezclando un poco todo con la inteligencia artificial.
Milei gobierna la Argentina añorando el pasado y reescribiéndolo en X con pinceladas de mayor intolerancia a la prensa y al Congreso de la nación. Y en esta cruzada, Milei elige confrontar con Cristina y Cristina elige confrontar con Milei y advertirlo de las garras de Macri.
El Pro no termina de definir su destino, pero pareciera que se unirá a LLA más temprano que tarde. ¿Y si esto pasa el Pro sobrevivirá?
¿Y el radicalismo dónde está? Peleándose una vez más puertas adentro. Milei los eligió mucho antes de ser presidente como la oposición más férrea a sus ideas y su proyecto, pero el radicalismo no tiene tiempo para erigirse en oposición con la estatura que Milei le ha dado, y así por lo bajo, van y vienen ninguneos y malos tratos entre los seguidores del actual presidente del partido, Martín Lousteau y los del jefe de la bancada de Diputados, Rodrigo de Loredo. Si viviera Borges tal vez advertiría que los radicales también son incorregibles.
Quedan los peronistas no kirchneristas que forman parte centralmente de un Encuentro Republicano Federal con Miguel Ángel Pichetto a la cabeza. Y hacia ahí parece que podrían migrar radicales de Facundo Manes que simpatizan con Lousteau, porque no soportan convivir con los cinco radicales que votaron a favor de LLA apoyando los últimos dos vetos del presidente Milei.
Cristina y Milei son absolutamente geniales: dos intolerantes que desprecian las principales consignas republicanas ocupando holgadamente el centro de la escena y el resto de las fuerzas políticas en el limbo.
Y sepan fuerzas políticas en el limbo, que, si no les gusta Milei, el libertario puede permanecer como siete añitos más si empieza a reactivarse la producción y el empleo, y si no les gusta Cristina, y no se reactiva la producción y el empleo, la jefa nac&pop puede volver en tan solo tres años más.
Las próximas elecciones intermedias (legislativas) serán el año próximo y las generales en 2027, pero aquí y ahora Cristina y Milei se encuentran jugando a ganador. Y las demás fuerzas políticas en el limbo, se encuentran torrando.