La gente desbordó las calles calles del centro porteño y el colectivo con los integrantes de la Scaloneta terminó su recorrido saludando desde helicópteros.
En un día que quedará para la historia, y no por los sucesos fatídicos de aquel 20 de diciembre de 2001, sino por la alegría colectiva del sueño compartido, la caravana de la selección nacional campeona del mundo fue acompañada por más de 5 millones de personas, según datos oficiales.
El colectivo con la Selección partió a las 11.40 del predio de la AFA, en el partido bonaerense de Ezeiza, en medio de una explosión de llantos y cánticos de alegría, de una multitud de personas que acampó durante 24 horas para celebrar a Lionel Messi y al resto de los jugadores del conjunto albiceleste.
A bordo de un colectivo descapotado y con un amplio operativo de seguridad, el equipo conducido por Lionel Scaloni realizó «el circuito dispuesto por los organismos de seguridad de Nación, Ciudad y Provincia Buenos Aires», según informó el presidente de la AFA, Claudio «Chiqui» Tapia.
La Selección campeona del mundo en Qatar 2022 llegó al país a las 2.24, a través de un vuelo de Aerolíneas Argentinas, y fue recibida por una multitud que acompañó el paso del micro que la trasladó desde el aeropuerto hasta el predio de la AFA.
Miles de hinchas circularon desde temprano por las calles del centro porteño y en el subterráneo entonando la canción que ya se hizo un clásico: «Muchachos, ahora nos volvimos a ilusionar».
En Plaza de Mayo, en el frente de la Casa Rosada se montaron dos pantallas enormes con la bandera nacional y el Cabildo luce luce también una bandera celeste y blanca con la leyenda ¡Gracias!.
A la siesta la Selección nacional campeona del mundo modificó el recorrido de la caravana de festejo popular con los hinchas en la Ciudad de Buenos Aires y el colectivo finalmente no agarró General Paz, se bajó de la 25 de Mayo y se desvió por Larrazábal. Los jugadores de la Scaloneta se subieron a tres helicópteros ubicados cerca de Parque Roca en Villa Lugano para sobrevolar la Ciudad y volver a Ezeiza.
Así fue ante la imposibilidad de avanzar a una velocidad razonable -en promedio a 7 kilómetros por hora– debido a la enorme cantidad de gente –se calculan cerca de 5 millones.
Fue entonces que la selección hizo vuelos por sobre distintos puntos de la ciudad y se acercó a la zona del Obelisco y otras zonas céntricas, donde estaba agolpada la mayoría del público, antes de enfilar nuevamente hacia el predio de la AFA, donde aterrizaron momentos antes de las 16:30.