El vocero presidencial aseguró que el Gobierno dará de baja cualquier política «ideológica» que habilite el ingreso a empleos en el sector público. Los cupos laborales garantizan el acceso al trabajo a personas que estadísticamente son menos contratadas, como las mujeres, las personas con discapacidad y las diversidades.
Otro ataque del Gobierno contra las y los trabajadores. Este jueves, el vocero presidencial, Manuel Adorni, afirmó que la gestión de Javier Milei planea implementar las «medidas necesarias» para eliminar cualquier política que habilite el ingreso a cargos públicos.
Se ven amenazados los cupos que garantizan el acceso al trabajo en el sector público a ciudadanos que son habitualmente excluidos de las propuestas laborales, como el colectivo travesti-trans, las personas con discapacidad y las mujeres.
Adorni aseguró en un posteo, en su cuenta oficial de X, que el Gobierno eliminará «cualquier política ideológica y discriminatoria que habilite el ingreso a los empleos públicos por criterios que no sean específicamente los referidos a la propia idoneidad de las personas».
El portavoz del presidente Javier Milei dijo que «la Argentina no admite prerrogativas de sangre, ni de nacimiento, ni de religión: todos sus habitantes son iguales ante la ley».
Actualmente existen en el Estado diversos cupos laborales, entre ellos, el que se le otorga al colectivo travesti trans, que supone que las entidades públicas deben garantizar un mínimo del 1% de cargos para personas travestis, transexuales y transgénero.
También existe el cupo laboral para personas con discapacidad, que estípula que los organismos del Estado deben cumplir con un 4% de contratados.
Asimismo, a través de la Ley 24.012 se prevé un cupo femenino del 30% para las listas que presentan los partidos políticos durante los comicios y, a su vez, se encuentra vigente la norma de paridad de género en ámbitos de representación política, que dispone la obligatoriedad de establecer de manera intercalada mujeres y varones en listas de senadores y diputados en el Congreso.
Fuente: La Nueva Mañana