La comunicación del Siglo 21 es digital. No hay dudas y quizás lo sea por muchísimo tiempo más. Este es el comienzo de una era sin precedentes que vino a cambiar la forma de relacionarnos y comunicarnos. La comunicación y el intercambio de información es la nueva revolución social. Una revolución que en apenas unas décadas ha modificado nuestra forma de vivir y de entender el mundo y que tiene en los teléfonos celulares a su mejor herramienta. En el medio de esa transformación, el consumo digital como variable y protagonista. 

Qué consumimos, qué tipo de contenido, cuánto consumimos de lo que se nos presenta en las redes sociales digitales. El tráfico de información al que estamos expuestos diariamente es infinito. Dentro de todo ese caudal, vamos sectorizando  y fragmentando. El contenido que circula por las redes sociales digitales fue modificándose en muy poco tiempo. No cambio lo que se dice, sino cómo se dice y la herramienta que utilizamos para comunicarnos. Vídeos, fotos y textos combinados nos presentan ante una información que es dinámica y hasta fugaz. 

Hoy el contenido que circula en redes es en un 82% vídeo. Recordamos un 80% de lo que vemos pero solo un 20% de lo que leemos. Marck Zuckerberg lo sabe y la transformación de Instagram y Facebook hacia esa forma de comunicar es una realidad. No solo se trata de la dinamicidad de la información, sino de la competencia digital y del auge de otras plataformas donde el vídeo es el protagonista. “Twich, TikTok, los podcasts, entre otros, hoy marcan el pulso del consumo digital, principalmente en un segmento de la población que va de los 18 a los 30 años y que, paralelamente, se percibe como fenómeno el alejamiento de ese mismo sector etario respecto a los medios tradicionales”, así lo expresa Diego Venciunas Lic. y Mgter en Comunicación en su artículo sobre “Jóvenes: nueva meca del discurso político”.

El contenido de vídeos va a seguir creciendo. Los usuarios se van a encontrar cada vez más en Facebook e Instagram con miles de vídeos en su muro. Las plataformas están posicionando el contenido de esa manera. Esto continuará transformándose a una velocidad vertiginosa y por campos aún por descubrir. ¿El desafío como usuarios, comunicadores y productores de contenido? acompañar esos procesos, ser creativos, crear contenido de calidad. El futuro viene cargado de comunicación online.