El gobernador habló desde el búnker de Hacemos por Nuestro País, junto a su compañero de fórmula, Florencio Randazzo. Abrió su discurso felicitando al candidato libertario. “Conseguimos superar a las dos expresiones de la grieta”, aseguró, sobre su coalición.
«Conseguimos como fuerza política superar a los dos espacios de la grieta», destacó, suscitando el aplauso de sus seguidores. Acto seguido, reconoció que «no hay dudas de que en Córdoba quien obtuvo la mayor cantidad de votos es quien consiguió expresar mejor la situación de bronca que existe en la sociedad, con cómo está manejada la Nación, que es Javier Milei».
Interpretó que el apoyo al candidato libertario es «un voto que protesta contra la actual situación del país».
De esa manera, tomó distancia de las lecturas políticas que realizan por estas horas en Unión por la Patria y Juntos por el Cambio a nivel nacional, respecto del crecimiento representado por el postulante de La Libertad Avanza y definió a «Hacemos por Nuestro País» como una «fuerza política del interior» que como coalición «expresa la cultura de la producción y del trabajo y que representa a los que se levantan todos los días para salir a trabajar y expresa el federalismo y la necesidad de tener un país normal».
“No hay dudas que en Córdoba quien obtuvo mayor cantidad de votos es quien consiguió expresar mejor la situación de bronca que existe en la sociedad cordobesa, con cómo se esta manejado el país desde nación”, continuó Schiaretti.
“Nosotros, como fuerza política del interior que expresa la cultura de la producción y del trabajo; que expresa a los que se levantan todos los días para ir a trabajar; que expresa además el federalismo en Córdoba; que expresa la necesidad de que el país tenga gestión; que expresa la necesidad de tener un país normal, fuimos apoyados por los cordobeses y estamos ya en carrera hacia la presidencia”, continuó Schiaretti.
“Por mi parte, como candidato a presidente, seguiré trabajando como gobernador de Córdoba y haciéndolo como lo hago todos los días”, agregó.
Fuente: La Nueva Mañana