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Llamosas, sucumbió en Río Cuarto ante la ola de votos para Juez.

En una elección para el infarto, el candidato de Hacemos por Córdoba, se alzó al filo de la medianoche del domingo con el triunfo que asegura la hegemonía Justicialista, vigente desde 1999. En la vereda opositora, cuando se relamían con un triunfo que descontaban al cierre de los comicios, la diferencia obtenida en el interior provincial, terminó aplastada por la marea de votos para Llaryora en la Capital.

Pero no solo Luis Juez y los referentes de la UCR quedaron con magullones por la derrota. También, el propio gobernador electo, el saliente, Juan Schiaretti, y el resto del PJ, acusaron inesperados impactos, que desencajaron sus posturas. Es que los números finales, en los segmentos de legisladores distrito único y Tribunal de Cuentas, se impone por apenas un punto porcentual, en promedio, la coalición opositora. Con lo cual, en algunos departamentos, con diferencias mínimas –técnicamente en empate- los candidatos a legisladores distritales, recurrirán al escrutinio definitivo para conocer quienes resultaron electos.

Los enjuagues y especulaciones políticas altamente maquilladas, con las que nos acostumbramos en muchos años a esta parte, sobre todo las provenientes de las usinas del PJ provincial, quedaron esparcidas por los aires ayer, tras los resultados finales. Aquel dispositivo para garantizar la gobernabilidad de los oficialismos, ideado sagazmente por José Manuel de la Sota, en su primera gestión, y que, entre otros aspectos, plasmó la Legislatura Unicameral, con mayoría automática para el ganador, será puesto ahora en seria revisión, si es que, finalmente se impone la boleta de legisladores de JXC.

A favor de LLaryora, reconocerle su gestión al frente de la Municipalidad de Córdoba, su impronta y los resultados alcanzados, les fueron largamente reconocidos por las y los vecinos de la ciudad, pues se alzó con una victoria contundente, que le sustentó el triunfo en toda la provincia.

En detrimento del gobernador Schiaretti, queda el saldo negativo de un armado electoral en la provincia, bastante desactualizado en las formas, los modos, y las propuestas, para un electorado cambiante, exigente, y sobre todo, distante y calculador sobre el comportamiento de los oficialismos.

Para el mandatario, el resultado, con triunfo casi “a lo Pirro”, en nada se asemeja al escenario imaginado para lanzar con altas pretensiones su pre-candidatura presidencial para las PASO de agosto. Se sumaría así, otro paso con resbalón incluido de la flamante coalición Hacemos por Argentina, pues aún está fresco el despiste que provocó la no incorporación a un frente con Horacio Rodríguez Larreta para la elección nacional, que aceleró el mismo Schiaretti.

Por si fuera poco, la nominación de Sergio Massa como candidato de Unión por la Patria, le enangosta el camino por el que proyectaba transitar con comodidad el ahora devaluado gobernador saliente.

Duro revés para Llamosas (obligado a guardar expectativas)

El correr de las horas, y los datos que se iban sumando desde el lento escrutinio, fue configurando el rostro y la postura del intendente de Río Cuarto. Su reconocida buena predisposición, terminó por desdibujarse pasadas las 22 de anoche, cuando –escrutado más del 50%- los números del departamento Río Cuarto, y sobre todo, de la ciudad, resultaban casi lapidarios para sus intereses, y los de HUC.

En el distrito Río Cuarto, con más de 130 mil votos procesados (93% escrutados), Juntos por el Cambio, de Juez, logró el 45.6% (unos 57 mil votos), contra Hacemos por Córdoba, con el 39,5% y 49 mil votos. Muy atrás, la Libertad Avanza, con 2,9%; y Creo en Córdoba, 2,5%. En más de la mitad de las 33 localidades del departamento, se impuso la oposición con comodidad, resultando hasta llamativo el magro andar electoral de Hacemos en cada población.

Pero si fue grande la sorpresa con los datos del departamento, difícil de dimensionar resultó el conteo en la misma ciudad cabecera.

Llamosas, junto a sus colaboradores del municipio, no salían de asombros, y al mismo tiempo se llenaban de interrogantes, tras cada actualización del escrutinio. Se echaba por tierra, todo tipo de expectativas políticas, sobre el resultado, y más aún, en relación a un posicionamiento provincial en el seno del justicialismo.

En el total de la ciudad, Luis Juez, realmente dio el golpe: logró algo más de 35180 votos, mientras que Martín Llaryora, sólo alcanzó 31040 sufragios. En el difícil Circuito Centro, la oposición llegó al 49,7%, muy por encima del 34,8 de Hacemos. En Banda Norte, hubo empate técnico, con 42 puntos por sector; y en el popular Circuito Alberdi, ganó el oficialismo 51%, contra 33%, de Juntos.

Así, el jefe comunal riocuartense cayó por 5 puntos en todo el departamento; y con ello, una montaña de proyecciones en carpeta. Pero también, hay otros responsables de la dura derrota peronista en Río Cuarto, y los otros cuatro departamentos del sur provincial. Y si, las miradas deben enfocarse en el Caballero de Hierro, Carlos Gutiérrez. El hombre fuerte (¿lo seguirá siendo?) de Schiaretti en esta parte de Córdoba, y de alta confianza política es, sin duda alguna, el coparticipe fundamental de éste despiste electoral.

Por caso, poner de candidato a legislador por el departamento Río Cuarto, a un ignoto jefe comunal de Chaján, Horacio Reynoso, cuando menos constituyó un aval de ventaja para la gente de Juez. No alcanzaba con toda la proyección y voluntad de Llamosas. Se sabía, pues el riocuartense carecía de predicamento y llegada en la región, ya que siempre esquivó una construcción política en el sur provincial.

Ahora, con el resultado puesto, barajar y reorganizarse. Les cabe a todos, pero más aún, a Hacemos por Córdoba, que de aquí a octubre, se convertirá en la escudería Hacemos por Argentina, con Schiaretti, candidato en la liga mayor, y entre otras cosas, tendrán que volver a caminar la provincia, y pedirle el voto nuevamente a los cordobeses, dado que, entre otros objetivos, se propondrán alzarse con no menos de tres legisladores nacionales.