Lo expresaron las científicas integrantes del Instituto Maiztegui, laboratorio ubicado en la localidad de Pergamino encargado de producir la única vacuna mundial para prevenir la Fiebre Hemorrágica Argentina. Desde hace un año la entidad no puede producir vacunas por falta de fondos. Reclaman políticas públicas de salud a largo plazo. Fue en el marco de la Jornada de Actualización de Vacunas que se desarrolló en la Facultad de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales de la UNRC.
Durante la jornada que se realizó en el campus universitario, las integrantes del Instituto “Dr. Julio I. Maiztegui” contaron su experiencia en la producción de la única vacuna que hasta un año atrás se generaba en un laboratorio público de nuestro país.
La doctora María del Carmen Saavedra, profesional principal del instituto, dijo que lo que venían produciendo “se trata de una vacuna para prevenir la Fiebre Hemorrágica Argentina, enfermedad producida por el virus Junín”.
Contó que la producción de esta vacuna surgió a partir de un convenio entre Argentina y Estados Unidos. “Todas las investigaciones que se realizaban sobre esta enfermedad eran tendientes a generar una vacuna, ya que, al tratarse de una enfermedad transmitida por un roedor, la única forma de evitarla y controlarla era a partir de una vacuna. Entonces se decidió enviar un investigador argentino a Estados Unidos para obtener una semilla viral candidata a ser vacuna. Mientras tanto, el gobierno argentino se comprometía a construir un laboratorio de alta seguridad para producir la vacuna en Argentina. Se decidió que ese laboratorio estuviera en la ciudad de Pergamino. Eso fue transcurriendo, llevó mucho más tiempo, y en el año 2000 se concretó la construcción y equipamiento de la planta productora”, describió Dra. María del Carmen Saavedra.
Finalmente, en el año 2003 el Maiztegui elaboró las primeras dosis. Pero fue recién en 2006 cuando se produjo el registro oficial de la vacuna, y al año siguiente se incluyó en el Calendario Nacional de Vacunación. Desde entonces y hasta el año pasado, se mantuvo la producción de las dosis necesarias para abastecer a la población. “Nosotros desde el instituto fuimos a entrenarnos y luego la implementamos exitosamente pudiendo obtener una vacuna idéntica a la producida en Estados Unidos”, sostuvo Saavedra.
“Poder producir la vacuna no fue fácil, pasamos por todos los vaivenes políticos. Es la única vacuna producida en Argentina por un instituto público y que hoy estamos bregando para poder seguirla generando, con el objetivo de dar respuesta a una problemática que existe en salud pública”.
La doctora Andrea Maiza, integrante Maiztegui, y quien también participó de la Jornada de Actualización de Vacunas, expresó: “La realidad es que estamos con muchos problemas en la producción de vacunas, de hecho, llevamos un año que no estamos pudiendo producir. Todo lo que se está distribuyendo es lo que tenemos en stock. Esperamos por el presupuesto que necesitamos para poder seguir trabajando como lo hicimos siempre”.
Sobre los movimientos “antivacunas” que han surgido en los últimos meses, la profesional sostuvo que “las vacunas existen y hay toda una serie de fundamentos científicos de por qué vacunar y por qué uno tiene que ajustarse a esa vacunación para poder prevenir enfermedades. No caben dudas que la vacuna es una política de salud pública preventiva”.
Dora Corbalán, magíster en Desarrollo Industrial, se refirió a la situación actual de las vacunas en nuestro país. “Están faltando vacunas, otras llegan tarde”. Un informe de la Asociación Argentina de Microbiología también advirtió sobre el faltante de vacunas, situación que fue reconocida por el Gobierno nacional.
“Lo cierto es que el país está importando todas sus vacunas. Hay una planta privada en el país que está produciendo, pero se apoya en dosis importadas. En momentos en donde la escasez de dólares es tan fuerte, donde las vacunas que se incorporan a los calendarios son tan caras, pasan estas cosas. Por tales motivos, creemos que es necesario pensar en políticas de salud púbica más a largo plazo y que independientemente del gobierno que esté, que no falten las vacunas”, opinó la doctora Corbalán.
“Yo no soy médica, pero desde lo que uno ve, se instalan vacunas carísimas y nadie se hace cargo. Lo que nosotros venimos viendo es cómo hacer para no llevar a esta situación. En este sentido, creemos que es importante reconocer y defender a la vacuna como un bien social que resuelve problemas de la comunidad. El mundo está manejando las vacunas a través de las multinacionales farmacéuticas que tienen otros objetivos distintos al bienestar social”, expresó Corbalán.
Por último, se lamentó por la actualidad en Argentina. “Nuestro país ha destruido las capacidades de producción, entonces esto que está pasando -en alguna medida- es consecuencia de eso. Brasil se autoabastece de vacunas, Cuba produce sus vacunas, China e India tienen avances, mientras tanto nosotros las seguimos importando y el único laboratorio público que producía, hace un año que está parado”, concluyó.
La jornada fue organizada por la Comisión Curricular Permanente de la carrera de Microbiología y la Secretaría Académica de la Facultad de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales de la UNRC, y coordinada por las doctoras Andrea Nesci y Cristina Torres, docentes del Departamento de Microbiología e Inmunología de Exactas.
Esta propuesta contó con la presencia de docentes, no docentes, graduados, estudiantes de la carrera de Microbiología y afines, profesionales de ámbitos de la salud, docentes y graduados de otras instituciones educativas.
Fuente: Área de Comunicación de Ciencias Exactas