Hay más factores positivos, que los que preocupan, para jugar a favor del trigo este año e invitarían a pensar en una gran producción, que incluso pueda empardar y hasta superar la del 2019/2020. Se espera, al menos, un 10% más de producción que en la última campaña.

Las primeras encuestas y estimaciones que se vienen realizando desde la Bolsa de Comercio de Rosario para la región núcleo en esta campaña indican que, incluso, hay mayores probabilidades de pasar esa cifra de mejora del 10% en la cantidad de trigo sembrado para este nuevo ciclo del cereal en Argentina.

Falta mucho aún para poder comparar lo que puede sembrarse y producirse en este nuevo ciclo, pero hay indicios positivos que permiten pensar en la posibilidad de que la actual campaña se acerque a las 1,8 M de ha sembradas en aquella vez o a las casi 1,7 M ha del 2021/22, cuando Argentina logró un récord productivo de trigo con 23 Mt.

Entre lo que juega a favor del trigo este año, destaca un reporte de la BCR, hay que nombrar: excelentes reservas de humedad, los 1ros rindes de la cosecha de soja de 2da que están sorprendiendo por sus buenos valores, un invierno que se proyecta “Neutral” en el Pacífico, la actual relación entre trigo/urea y los malos resultados que tuvo el maíz sobre todo en el NE de Buenos Aires.

Y entre lo que amenaza al cultivo, se destacan: aunque los márgenes son mejores que hace un año, los valores resultan ajustados y los rindes de indiferencia son ligeramente mayores. Por último, está incertidumbre con los precios de los fertilizantes fosfatados.

Por ahora, con los datos de esta semana, la región núcleo sembraría 1,53 M ha de trigo. Pero hay otro dato que también podría modificar este guarismo y es que se están terminado de hacer trabajos satelitales que estarían mostrando que el año pasado se sembró más trigo del que se estimaba.

¿Cuáles son los márgenes de la precampaña triguera 2025/26?
Con los precios actualizados al 21 de abril, el informe de la BCR muestra que los números para la precampaña triguera tendrán márgenes ajustados. El margen bruto —ingresos menos costos, antes de impuestos— se ubica en 185 u$s/ha.

Sin embargo, al computar los tributos, el margen neto en campo propio se reduce a 121 u$s/ha. En cambio, bajo condiciones de alquiler, la renta es negativa: cae a -28 u$s/ha.

Ahora bien, si se analizan los rendimientos de indiferencia y se los compara con el ciclo pasado, la tendencia es similar. En campo alquilado se necesitan 41 qq/ha de trigo para empezar a generar una renta positiva; hace un año, esa cifra era levemente menor: 39 qq/ha. En campo propio, el umbral también se movió hacia arriba, pasando de 33 a 34 qq/ha.

El mayor peso en la estructura de costos sigue estando en los insumos. Se requieren 13,8 qq/ha solo para cubrirlos, de los cuales 10 qq/ha corresponden a fertilizantes (6 qq/ha son de urea, valuada en 530 dólares por tonelada). En el caso de los campos arrendados, a ese costo se le suma el valor del alquiler, que representa 9,8 qq/ha. Con márgenes tan ajustados, cada decisión técnica pesa, y el trigo vuelve a mostrar que es un cultivo de estrategia fina.

La relación trigo-urea mejora: el fertilizante cotiza por debajo del promedio de los últimos cuatro años
El precio de la urea se ubica en 530 u$s por tonelada, bastante por debajo del promedio de los últimos cuatro años, que alcanza los 748 u$s. Esta baja mejora la relación de intercambio con el trigo, una variable clave a la hora de definir las dosis de fertilizante en la precampaña.

Hoy, se necesitan 2,6 toneladas de trigo para comprar una tonelada de urea. La relación mejoró casi un 10% respecto a abril de 2024, cuando se requerían 2,8 toneladas del cereal. Frente al promedio de los últimos cuatro años, la mejora alcanza el 13%. ¿A qué se debe esta mejora? A que la reducción en el precio de la urea fue más pronunciada que la baja registrada en el valor del trigo. Hace un año, el fertilizante se cotizaba a 570 u$s/tn —40 dólares más que ahora—, mientras que el trigo se pagaba 204 u$s/tn. Hoy el cereal ronda los 207 u$s/tn (al 21 de abril de 2025). De todos modos, los técnicos advierten que es clave seguir de cerca cómo evolucionan los precios internacionales de los fertilizantes. En un contexto global marcado por la incertidumbre, los costos pueden cambiar rápidamente y alterar los márgenes proyectados.