La Trastienda

Se habilitó el proceso electoral para las elecciones primarias Paso del próximo 13 de agosto. El oficialismo produjo una gran postal de unidad en la inauguración del impactante gasoducto NK, mientras que la oposición agudiza su fuerte disputa interna dado el cruce Larreta-Bullrich. 

En Córdoba, tras la consagración oficial de Llaryora como gobernador electo, y el ajustadísimo reparto de bancas en la Legislatura, todas las miradas se centran en la elección municipal de la ciudad Capital para el próximo día 23. 

En el sur provincial, el capítulo mås ruidoso de la política regional se originó en los pasillos del Palacio de Mójica, de Río Cuarto, cuyos inquilinos por estos días se ven envueltos en sobresaltos ocasionados por ola de votos opositores que se hicieron sentir en las pasadas elecciones del 25J. 

En suma, el paĂ­s, con nuestra provincia y sus particularidades, transitan en este tramo del liviano invierno regional bajo el modo “voto Ăștil”, que sin dudas, va coloreando el porvenir de los nuevos tiempos. 

Es que así pareció entenderlo el PJ Nacional con sus måximos exponentes del gobierno. Por eso la organización de la estructura de unidad, y la concentración de la agenda oficial en actos de la mayor envergadura y trascendencia posible. 

Unidos, Âżtriunfaremos?

La inauguración del Gasoducto presidente Néstor Kirchner, con la presencia del presidente Alberto Fernåndez, la vicepresidenta Cristina de Kirchner, y los precandidatos Sergio Massa y Agustín Rossi, sin dudas representó una movida de alto volumen político para la flamante coalición peronista Unión por la Patria, justo en la conmemoración del Día de la Independencia nacional. 

Cuando se dejan a un costado las mezquindades y diferencias de pago chico, Ă©sta claro que sus actores entendieron que hay un objetivo comĂșn en el horizonte, y que por tanto, resulta indispensable velar por alcanzarlo. 

Eso es lo que indica la instantånea de este 9 de julio, con los cuatro principales jinetes del resurgimiento justicialista puestos en línea para dar las batallas electorales de agosto y octubre, con el agregado de un alineamiento casi sin fisuras de gobernadores e intendentes (sobre todo del conurbano bonaerense), impensado hace no mås de 60 días. 

Enfrente, en las mesas de trabajo de Juntos por el Cambio, la realidad de las horas los encuentra en una encrucijada de una sola salida, pero de resultado político decididamente incierto. 

Lo que debería ser una interna de corte político-electoral entre Patricia Bullrich y Horacio Larreta, se ha convertido en un culebrón con aditamentos de todo tenor entre sus partícipes, que no hacen mås que presagiar un destino de profundas convulsiones el día después que se cuenten los votos. 

Qué decir de lo que fue el fenómeno Milei, y que ahora podemos referirnos como el caso Milei, sin temor a equivocarnos. Ataviado por sus miserias internas, perdió mås que brillo su cabellera de disruptivo rebelde, y de momento deambula con las contradicciones de sus discursos recalcitrantes. 

NĂșmeros frĂ­os, final caliente

En CĂłrdoba, el voto Ăștil hizo lo suyo en las recientes elecciones provinciales. Lo dijimos dĂ­as atrĂĄs. Con los nĂșmeros finales, la ciudadanĂ­a mediterrĂĄnea puso a LLaryora a gobernar con un poder acotado, con los ojos bien abiertos y tomando todos los recaudos posibles. Y por si fuera poco, partiĂł la Legislatura por partes iguales, y dio a las minorĂ­as una responsabilidad que no imaginaron. 

En la propia ciudad Capital provincial, tambiĂ©n el voto Ăștil harĂĄ lo suyo en 15 dĂ­as. El hasta ahora intendente Llaryora estĂĄ decidido a pelear hasta el Ășltimo voto para retener la municipalidad, a manos de su delfĂ­n, el vice Daniel Passerini. 

Por eso, con nĂșmeros actualizados en su despacho, convocĂł a toda su estructura polĂ­tica este fin de semana, para ultimar detalles de la campaña en las Ășltimas dos semanas. 

Esos datos de encuestas, le dejaron todo tipo de sabores, a saber: en un trabajo, se impone claramente el macrista Rodrigo De Loredo, en otro informe, se concluyó en un empate técnico, y en un tercer relevamiento, surge una luz de ventaja para el oficialismo. 

Llaryora tomó en consideración todas las carpetas, y optó por fijar la estrategia final con la de resultado mås adverso. 

De precisiones quirĂșrgicas se trata

En el Imperio del Sur cordobĂ©s, aĂșn sigue haciendo de las suyas el “voto Ăștil”. Entre torbellinos que aĂșn agitan los rincones de poder en la Municipalidad de RĂ­o Cuarto, el resultado de las pasadas elecciones se cobrĂł esta Ășltima semana la primera baja en la estructura del gobierno de Juan Manuel Llamosas. 

Su secretario de Gobierno, y amigo íntimo de toda la vida, Camilo Vieyra, salió eyectado de su función. Aunque juran y perjuran que anidaba desde hacía tiempo un intento de alejamiento del secretario, y por ello, finalmente presentó su renuncia indeclinable, resulta mås difícil darle crédito a la especie. No son pocos las y los habitantes del palacio comunal que a coro afirman que la salida de Vieyra no es otra que la resultante de la derrota electoral en la ciudad, con Llamosas como primer candidato a legislador en la lista provincial. 

Como sea, el vacĂ­o de su alejamiento pone al intendente nuevamente en la primera lĂ­nea de observaciĂłn en el tablero polĂ­tico cordobĂ©s. Es que, en adelante el jefe comunal tendrĂĄ que resolver varios frentes: reestructurar su gabinete (ÂżhabrĂĄ mĂĄs bajas?), aceitarlo para afrontar los Ășltimos 12 meses de gestiĂłn que le quedan; redefinir acciones, programas, y obras; conducir el proceso polĂ­tico y electoral, y sobre todo, ser el principal artĂ­fice en la definiciĂłn del candidato a sucederlo. Y por si no bastara, recuperar cierto peso en el PJ provincial, considerando que en diciembre asume el gobernador electo. 

DesafĂ­os de alto voltaje, que, claro estĂĄ, exigirĂĄn de una precisiĂłn quirĂșrgica en cada etapa. 

En todo este derrotero, lo que aĂșn llama la atenciĂłn es el silencio en la sede local del Centro CĂ­vico. Se sabe, allĂ­ el cerco impuesto desde hace tiempo por las huestes que responden al gobernador Juan Schiaretti –ahora entretenido en su andanza de precandidatura nacional-, y al diputado Carlos GutiĂ©rrez, ha sido eficaz en mantener un hermetismo casi religioso. 

Pero, al calor de los votos y considerando las responsabilidades, aĂșn persisten los interrogantes sobre la cuota-parte que les toca en la derrota local y departamental del pasado 25J. Flaco favor le harĂĄn al justicialismo local, si las autocrĂ­ticas se esconden debajo de las alfombras del coqueto edificio del barrio Santa Rosa, y si peor aĂșn, considerar que todo quedarĂĄ superado por las acciones de campaña que ahora llegan por las Paso de agosto, donde el mismo GutiĂ©rrez busca ser reelecto. 

Lo decimos una vez mĂĄs: el voto Ăștil, estĂĄ mĂĄs fino y movedizo que nunca. Considerarlo no estarĂ­a de mĂĄs. Pero tambiĂ©n, la polĂ­tica en sĂ­ misma, debe erigirse sobre bases mĂĄs sĂłlidas, incluyendo revisiones y reconsideraciones sobre lo hecho. No alcanza con unas pocas declaraciones golpeĂĄndose el pecho.