Hace 6 años se escuchaba en las calles de todo el país por primera vez el grito de Ni Una Menos, que reclama políticas públicas y compromiso social para frenar la violencia machista y los femicidios, y que hoy se extendió a distintas partes del mundo.

El Registro Nacional de Femicidios fue uno de los reclamos escuchados en la Plaza del Congreso el 3 de junio del 2015, inicio del Ni Una Menos, y uno de los primeros en concretarse en política pública.

Las últimas cifras oficiales sobre femicidios, difundidas el fin de semana por la Oficina de la Mujer de la Corte, revelan que durante el 2020 hubo 251 víctimas.

Un femicidio cada 35 horas es perpetrado en la Argentina, 8 de cada 10 casos ocurren en un contexto de violencia doméstica y 8 de cada 10 víctimas tenían un vínculo previo con su asesino, conforme registró la Oficina de la Mujer (OM) de la Corte Suprema de Justicia durante el 2020, el primer año de la actual pandemia.

En tanto, para la organización MuMalá-Mujeres de la Matria Latinoamericana, entre el 1 de enero y hasta el 30 de mayo de este año, hubo 94 femicidios, entre ellos 15 vinculados y 4 trans-travesticidios, lo que significa una cada 38 horas.

Según MuMalá, en lo que va del 2021 se cometieron 143 muertes violentas de mujeres, travestis y trans, lo que registró una cada 25 horas.

De acuerdo con el informe de la Oficina de la Mujer de la Corte, siete provincias tuvieron una tasa mayor que el promedio nacional: Jujuy (2,82); Tucumán (2,10); Chaco (1,97); Salta (1,53); Misiones (1,43); Santa Fe (1,38); y Corrientes (1,23).

En al menos el 84% de los casos había vínculo previo con el femicida: en el 59% eran pareja (116 casos) o expareja (51 casos); el 10% eran familiares y el 15% tenían otro tipo de vínculo (amigos, vecinos, conocidos por redes sociales, por trabajo, exalumnos, y también clientes prostituyentes y proxenetas).

Además, con el análisis de los vínculos entre víctimas y agresores, se observó que en 195 de las 247 causas judiciales de femicidios con víctimas directas, el 79% ocurrieron en un contexto de violencia doméstica.

Con relación a los hechos previos de violencia de género, al menos 41 víctimas directas habían efectuado denuncias formales contra los violentos, esto es, al menos en el 15 por ciento del total de vínculos.

Por otra parte, el promedio de edad de las víctimas directas de femicidio fue de 37,9 años y del total de casos 24 eran niñas y adolescentes (de 0 a 17 años) y, en el otro extremo, 11 por ciento tenía 60 años o más al momento del hecho.

Sin embargo, el grupo etario con la tasa más alta fue el de 35 a 44 años (2,06 víctimas directas de femicidio cada 100.000 mujeres).

En tanto, el 74 por ciento de las víctimas directas de femicidio fueron asesinadas en viviendas, esto es, casi 3 de 4 víctimas: el 40 por ciento en la vivienda que compartían con el femicida, el 23 en su propia vivienda, el 7 en la vivienda del agresor, y el 4 en otro inmueble.

La reforma judicial feminista es uno de los pedidos que más resonancia tiene actualmente debido a estos datos y se levantó con fuerza lego del femicidio de Ursula Bahillo por parte de su novio, Matías Martínez policía bonaerense, que había sido denunciado en reiteradas oportunidades.

El femicidio de Úrsula también derivó en la creación del Consejo Federal para el Abordaje de Femicidios, Travesticidios y Transfemicidios.

Otro de los logros en materia de políticas públicas fue la sanción de la Ley Micaela que fija la obligatoriedad de capacitación en perspectiva de género a los tres poderes del Estado. Esta ley fue sancionada en memoria de Micaela García, joven asesinada por Sebastián Wagner en 2017.

Además recientemente se implementó el programa Acompañar del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, implementado en septiembre del año pasado.

Acompañar brinda ayuda económica equivalente a un salario mínimo, durante un plazo de seis meses, y acompañamiento a mujeres y población LGBTIQ+ en situación grave de violencia de género.

No requiere de denuncia judicial, una de las novedades que potencian esta política que necesita de la articulación entre la Nación y los gobiernos provinciales y municipales para que sea efectiva.

Este año la colectiva Ni Una Menos convoca a un “Cartelazo”, y llama a quienes quieran sumarse a colocar carteles en ventanas, puertas y redes advirtiendo sobre la gravedad de los femicidios y la violencia de género en el país.

“Se viene el cartelazo, imprimí, escribí, pegá y difundí”, anunciaron desde las cuentas del colectivo que trabaja desde el 3 de junio de 2015 en crear conciencia sobre la violencia de género.

Fuente: Unjuradio