Un nuevo aniversario de la ciudad de Río Cuarto nos invita a pensar y a replantearnos cómo es la ciudad en la que vivimos, y de qué manera, a través del trabajo mancomunado de las instituciones que la componen, queremos que sea de cara a un futuro no tan lejano.

Río Cuarto es la capital alterna de la provincia de Córdoba, fue declarada capital del Vecinalismo, y está compuesta por más de 240 mil habitantes, y es parte de Gran Río Cuarto. Posee un amplio desarrollo comercial y es uno de los principales centros de actividad cultural e intelectual, dominadas por su Universidad Nacional, la segunda universidad nacional creada en el territorio de la Provincia de Córdoba. Y es en este sentido que como ciudadanos nativos o por adopción, necesitamos pensar integralmente como vemos a la ciudad en el futuro, en tanto, una de las instituciones que ya está trabajando en diferentes aspectos es la Fundación 2030.

Fundación Río Cuarto 2030 es una organización sin fines de lucro que nace para pensar la ciudad y región que queremos y podemos tener, donde el bien común sea el denominador de todas las políticas para desarrollar una ciudad segura, limpia, ordenada, sustentable, educadora, que sea polo de inversiones y eje del desarrollo regional.

Tiene como primer objetivo plantear un proyecto de ciudad a largo plazo que sea modelo de gestión, seguridad, desarrollo urbano, brinde igualdad de oportunidades y excelencia de servicios para sus ciudadanos.

El financiamiento se lleva a cabo por medio del aporte de los socios, muchos pequeños aportes individuales. Es una fundación política en la medida en que reconoce a ésta última como herramienta transformadora, es multipartidaria y no representa intereses corporativos.

“El trabajo que llevamos adelante sobre todo lo hacemos cuando nace una idea nos vinculamos con las diferentes áreas del sector público que generan políticas de desarrollo para ese tipo de ideas, y ahí donde ofrecemos lo que nosotros tenemos, que es básicamente gente que trabaja pensando esas ideas”, dijo Gastón Chiesa, presidente de la Fundación.

El primer año la Fundación hizo un fuerte trabajo en lo social – institucional, realizó un censo de las distintas instituciones que había en Río Cuarto, encontrando más de 800 de ellas, el primer desafío de la Fundación fue pensar la manera de trabajar en conjunto.

“Nos juntamos con 100 de ellas que tenían un carácter social, le preguntamos cual era el objetivo central y cuales los secundarios, para gran sorpresa nuestra, los objetivos secundarios eran compartidos por el 75% de las instituciones, los niveles de lazos institucionales o redes eran muy bajos, con lo cual ahí tenemos un rol que estamos intentando cumplir y que es de algún modo, poder vincularnos con las distintas organizaciones y plantear diferentes propuestas de desarrollo para la ciudad”, destacó Chiesa.

Distrito Río

El segundo proyecto que desarrolló la fundación fue el denominado “Distrito Río” que refiere al análisis de la situación del Río Cuarto y que el mismo tenga todos los elementos que la comunidad necesita para poder disfrutarlo: seguridad, higiene, bici sendas, arbolado, sectores para comercios gastronómicos, emprendimientos inmobiliarios, infraestructura básica con una conexión este – oeste que pasaría a ser muy importante para la ciudad. El proyecto tiene desarrollo más allá del puente Islas Malvinas pasando el puente Antártida Argentina.

“El río era el espacio donde Río Cuarto podía resolver sus problemas de crecimiento, a 2050 vamos a tener el doble de población, cercano a 389 mil habitantes, y eso nos va a vincular directamente con Holmberg y Las Higueras, vamos a tener una conurbación que tenemos que dar respuesta desde distintas dimensiones; primero habitacional, donde va a vivir esa gente, la pregunta es si nos vamos a seguir expandiendo como mancha de aceite o vamos a concentrar las ciudades, indicó Chiesa.

Y continuó explicando que “concentrar las ciudades significa que uno puede ser costo efectivo, esto es tener servicios públicos que sean al menos costo y al mayor número de usuarios, supongamos el transporte público, luz agua, cloacas, estos servicios son muy costosos, pensemos que tenemos en el río una oportunidad única, lo tenemos rodeado de todos esos servicios y tenemos la oportunidad, además de lo habitacional, de poder generar el espacio recreativo, cultural, de salud, educación, e institucional”.

En cuanto a lo institucional, cabe destacar la construcción en 2011 del Centro Cívico, que aglutina la mayor parte de las dependencias de la Provincia en Río Cuarto, junto a lo que es hoy, el nuevo edificio de tribunales, lo que implica un cambio urbanístico que protagonizará la ciudad además con la construcción de un nuevo puente paralelo al Carretero. En este sentido desde la Fundación, explican que en los próximos 10 años van a ingresar 8 mil personas por día, y la pregunta es, ¿qué actividad económica se va a generar en función de eso?

“Tenes ahí un polo de atención que vas a tener que derivar líneas de transporte público, centro de atención médica, y también lo vas a tener cercano a asentamientos informales, que también tenemos que empezar a pensar cómo a ese tipo de asentamientos le damos una respuesta desde la planificación, lo que no puede pasar es que esos asentamientos queden en la informalidad”, destacó Chiesa.

Y agregó que “Lo que tenemos que pensar es como a esos territorios los ordenamos, le damos un código territorial para que empiece a fluir dentro de esos espacios una economía más sólida, ordenar territorialmente esto va a permitir que el comercio, las actividades productivas sean mucho más estable, por ejemplo hay algunos barrios como Las Delicias que están ganando mucho desarrollo productivo”.

Educación para el empleo

La Fundación realizó en mayo el Congreso “Pensando 2018”, con el objetivo de motivar a pensar la ciudad que queremos y podemos tener. Por ello la jornada se organizó en bloques temáticos sobre urbanismo, educación, tecnología, empleo y desarrollo económico. Además, se plantearon mesas de trabajo para profundizar y debatir sobre las temáticas “ciudades inteligentes” y “educación y empleo”, con la participación de 19 especialistas de Córdoba, Argentina y el mundo, 34 instituciones en mesas de trabajo, y 50 mil visualizaciones en Internet.

Uno de los temas que marcó la agenda de trabajo de la jornada fue la educación para el empleo, lo que implica la medición del impacto de la tecnología, la brecha educativa, esto es cuál es la formación que da la educación formal a los estudiantes, la demanda que tienen las empresas sobre los recursos humanos formados y si en eso hay alguna brecha.

“En segundo lugar están las medidas con las cuales podemos corregir ese proceso, y ¿Por qué es importante corregir?, porque en toda sociedad al mercado laboral uno ingresa ya con una brecha, el nacimiento y la educación; de acuerdo a donde uno nace está en una posición y el nivel educativo marca el segundo momento de brecha”, comentó Chiesa.

En tanto, agregó que “y si en tu empresa donde estás trabajando generan espacios de capacitación y crecimiento vas a tener la posibilidad de moverte, de crecer, y bajar esa brecha, sobretodo de los sectores técnicos, o no profesionales, por otro lado en las empresas que no generan capacitación no tenes posibilidades de mejorar tus conocimientos y habilidades, por lo cual hoy en día el mercado laboral te mantiene entre 20, 30 o 40 años, y si no logras superar tus habilidades quedaste fuera en el proceso de innovación tecnológica, lo que genera distintas complicaciones porque la tecnología avanza, entonces la pregunta que deben hacerse las empresas es si adopta nuevas tecnologías, y si las adopta, ¿qué hacemos con los empleados?.

En función de esto, Gastón Chiesa remarcó la necesidad de tener espacios de capacitación en oficios o universidad de oficios.  Y en esto, el segundo interrogante que surgió en el Congreso es qué estamos haciendo en Río Cuarto para resolver esta brecha, y la tercera es en cuánto tiempo la tecnología va a impactar en los distintos rubros de la ciudad.

“Tenemos que pensar en cuatro actores claves, el primero el sector público, cuales son las políticas de incentivo al desarrollo productivo; el segundo es el rol que tienen los sindicatos, el sindicato tiene que pensar en que a la empresa de donde tienen sus afiliados le vaya muy bien, y que le vaya muy bien en una empresa integrada e innovadora, con lo cual no tenemos que estar protegiendo al trabajo de ese trabajador, sino que tenemos que estar mirando cuales son los desafíos que tienen las empresas en el futuro, porque cuando se da eso, son los gremios los que pueden generar las condiciones para destacar que puestos de trabajo están en riesgo”, destacó Chiesa.

Continuó explicando que “por otro lado el rol del empresario que debería estar ofreciendo continuamente un proceso de capacitación a sus empleados, porque ese es el futuro que se viene, lo que tiene que poner el empresario como norte de su trabajo al desarrollo del capital humano, que tenga en cuenta el crecimiento de su empresa, de sus empleados y del medioambiente”.

Marca Ciudad

Otro de los desafíos para los riocuartenses es volver a pensarse, descubrirse y definirse a través de un concepto como lo es Marca Ciudad, desarrollada por la Fundación y que hace hincapié en el interrogante: ¿qué somos?, “la idea es que un concepto de marca ciudad no se genera ni de la noche a la mañana, ni de arriba para abajo en el sentido del poder político, sino que es una construcción que se realiza con las distintas organizaciones de la comunidad, y con la propia comunidad que participa activamente fuera de las organizaciones”, comentó Chiesa.

Una idea que ha sido trabajada en varias oportunidades pero que nunca logró el consenso de la comunidad. Entonces, somos una ciudad… ¿de encuentros?, ¿comercial o de servicios?, ¿turística?, ¿educativa?, ¿industrial?, al final… ¿qué somos?

En este sentido, y sobre la incorporación de la ciudad con la región, Chiesa subrayó que “nos estamos incorporando mal si es que nosotros queremos entender que somos el faro de nuestra región, si somos el faro comercial o de servicios tenemos que pensar estar a disposición de la región, y no estar a disposición de nosotros mismos, y tener los horarios que nos quedan cómodos, estoy hablando de la siesta; la pregunta es: ¿eso es compatible con una marca ciudad que quiera ser el faro de servicios y comercios de la región?, y la respuesta es no, porque la región tiene que viajar para llegar a Río Cuarto”.

Y agregó que “tenemos que ofrecer un amplio horario corrido para que la gente pueda llegar, hacer sus compras, y luego darle la posibilidad de esparcimiento, buena gastronomía, hotelería, espectáculos, para que esa gente entienda a Río Cuarto como un sector de servicios y comercios, y al mismo tiempo un sector recreativo, cuando eso se da empezamos a cambiar la lógica, pero eso necesita un consenso de la comunidad para empezar a conocer donde está nuestro potencial de desarrollo”.

Para finalizar el presidente de la Fundación 2030, Gastón Chiesa, destacó: “Somos una ciudad que no nos pensamos para el futuro, creo que siempre nos miramos hacia adentro pero nunca nos miramos hacia 20 o 30 años”.

Redacción La Ribera