Por Fidel Ontivero.

El peronismo versión K se disputa la continuidad o el quiebre definitivo. CFK se juega el bronce o el ostracismo. Las primeras señales no son halagüeñas para la ex presidenta.

Santa Fe, provincia que juega con calendario electoral adelantado, es un primer traspié. El senador Lewandoswki, último candidato a gobernador, desestimaría el pedido de CFK para ponerse al frente de un espacio que contenga a todos los clanes K y progresista. El senador cree que es tiempo para volcarse a un peronismo conservador, cercano a la producción y con rasgos de la doctrina social de la iglesia. El resto de los sectores, justicialistas naufragan entre vanidades personales y resentimientos con las huestes ligadas al Instituto Patria. Todos tienen sellos provinciales propios para competir.

El senador por Santa Fe, además, es uno del grupo de los 7 (senadores), que tiene definido empezar a actuar como un subgrupo no K en la cámara alta. No se irán del bloque, pero tampoco serán obedientes de las directivas que tome José Mayans.

Recientemente, un grupo de diputados muy distantes de la conducción kirchneristas, empezaron a esbozar una hoja de ruta que marque acciones de despegue identitario de la órbita K. Prometieron reuniones en distintas partes del país, que muy probablemente tengan traspiés puestos por la actual comandancia del PJ Nacional. Pero no está en los actuales dirigentes, ocupantes de bancas parlamentarias que lucen incómodas y malpagas, el futuro del partido fundado por Juan Perón.

Hay un incipiente, persistente y moderno andamiaje doctrinal (de la más pura doctrina justicialista) creciendo al compás de los canales de streaming. Las figuras más destacadas son Tomas Rebord y el cerebro Diego Abatecola dueño del canal Blender. Otro epicentro 4.0 está fuera de CABA y se constituye en Rosario bajo el nombre Cabaret Voltaire, programa dominical donde dos jóvenes presentadores Tomás Trapé y Mauricio Vera Prato entrevistas y conversan durante largas horas sobre la identidad del peronismo, los ciclos de su historia y la actualidad. Llevan invitados de alto gramaje intelectual y presentan libros, por lo general limando el proceso de construcción de la agrupación La Cámpora y destrozando la línea de relato histórico “montonera” expresada por Versvisky, Bonasso y otros relatores de los años ´70.

Estas nuevas camadas tienen sus lazos con otros más filo kirchneristas como Pedro Rosenblat y la mismísima Ofelia Fernández, pero irrumpen con mucho predicamento en jóvenes sobre una discusión profunda sobre la doctrina justicialista con un formato digital, dinámico y didáctico.

En este lote de nuevas figuras, un caso singular para poner en la mira, es el joven director de noticias de Crónica TV, Facundo Pedrini. De formación salesiana, este periodista formateado sobre la crisis de los años 2000 y con rasgos de formación de periodismo show al estilo Lanata, tiene un interesante mensaje sobre el peronismo, su doctrina y una estudiada disección de la militancia camporista. No participa directamente en política, pero alumbra espacios de debate sobre el futuro político de Argentina.

Quizás, se experimente en este 2025, un primer abordaje de estos nuevos cuadros digitales a las postulaciones legislativas de medio término.

Otro experimento que veremos durante este año será el pase de dirigentes peronistas, no kirchneristas, a las huestes de LLA. No serán pocos, tampoco se irán en manadas, pero habrá una interesante muestra de intendentes, legisladores, y hasta sindicalistas abrevando en las aguas del mileismo, de cara al escenario electoral. En la Casa Rosada se reiteran las conversaciones de este tipo y son frecuentes los encuentros de Lule Menem y Lisandro Catalán con figuras de segundo y tercer orden del peronismo, todos ellos con votos acreditados en sus territorios. Las conversaciones suelen terminar con un “avancemos y afiancemos la relación que estas novedades se dan sobre el límite del cierre electoral”. Muy probablemente, sea para no percutir contra las propias tribus libertarias que denostan a la política tradicional y hablan de pureza para la construcción política.